Para todos y cada uno de los miembros de la comunidad universitaria es claro como a partir del 15 de septiembre del año 2010 se han incrementado los atropellos y vejamenes a los que nos hemos visto sometidos en nuestro diario quehacer. Por un lado se encuentran los que han sido realizados por los miembros de la fuerza pública, que han llegado a tal punto que incluso han sido registrados y divulgados por los medios de comunicación que habitualmente están adiestrados para ocultarnos.
Pero también se encuentran los desmanes cometidos por los miembros de la seguridad privada que opera al interior de la universidad, entre los que se cuentan las requisas ilegales verificadas al ingreso del campus, los insultos y maltratos proferidos por miembros de dicho cuerpo a los visitantes de la universidad que en la actualidad no cuentan con la TIP, sin contar el intento de violación verificado por uno de estos individuos en contra de una estudiante de la universidad y que hasta el momento se encuentra en la impunidad.
El ambiente de caos y zozobra que la anterior situación viene generando en la vida universitaria desde el pasado 15 de septiembre, acompañado de una campaña mediática encaminada a criminalizar la legítima protesta de los miembros de la comunidad en contra de todas aquellas medidas de fuerza adoptadas por la administración y que desdibujan la misión de la universidad como centro de pensamiento, exige que los estudiantes tengamos una análisis claro de la situación en la que nos encontramos para tener elementos que nos permitan desarrollar un proceso político serio y responsable, con las miras puestas en la construcción de un modelo alternativo de Universidad, que responda a las necesidades de la misma y de la sociedad. Las actuales dinámicas de la resistencia universitaria nos invitan a cuestionarnos, como sujetos activos de este proceso de reivindicación, si eventos como los acaecidos el pasado
Es por esto que frente a dichos sucesos, el Comité Patriótico Universitario debe sentar su mas enfática voz de rechazo y reprobación, ya que puestos en la balanza los fines de nuestra lucha universitaria, por un lado, y las dificultades y barreras que tendremos que franquear para lograr nuestro objetivo, por otro, vemos claramente como este tipo de eventos sólo nos alejan de nuestras metas, ofreciendo a los enemigos de la universidad pública nuevas excusas y argumentos para continuar criminalizando nuestras protestas y des-legitimando nuestro proceso.
Tampoco creemos en las falsas tentativas de dialogo de las directivas universitarias, pues sabemos que funcionan coaccionadas por las lógicas del mercado que imperan en el sector educativo a nivel mundial. Comprendemos que el “dialogo” que propone la administración es estéril ya que no busca la construcción colectiva de propuestas para nuestra Universidad sino que, a lo sumo, pretende una silenciosa adhesión a sus imposiciones, siempre apuntando a la fragmentación de los procesos organizativos estudiantiles.
argumentos sólidos, que pongan en evidencia las mentiras de la administración y que demuestren, desde acciones políticas, que es posible construir una Universidad distinta, abierta, democrática, pública y autónoma.
Por todo lo anterior, desde el Comité Patriótico Universitario hacemos el llamado a todos los estudiantes a construir un proceso político responsable y de largo alcance, que supere las visceralidades del momento y, desde una comprensión y un análisis serio del contexto, se generen acciones políticas dirigidas a sumar fuerzas para lograr nuestras metas.
viernes 26 de Agosto nos llevan realmente a la construcción de dicha alternativa.1Es por esta razón, que los estudiantes tenemos el deber de construir
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conformismos con la injusticia social, la desigualdad económica y la opresión intelectual". - Eduardo Umaña Luna.
"La actividad social de la gente de la universidad debe ser total y radicalmente ajena a toda actitud de
